Por resolución del Ministerio de Salud de la Nación a partir
de 2017 ya está disponible gratis en vacunatorios y centros de salud públicos
del país y deberá aplicarse bajo un esquema de dos dosis cada seis meses.
Respuestas de los especialistas a las dudas de los padres.
El nuevo esquema de prevención del Papiloma Virus Humano
para varones de 11 años de edad fue incluido en el Calendario Nacional de
Vacunación 2017, el cual se encuentra detallado en la página web de la
Direccion Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles.
De acuerdo a la fuente oficial la vacuna contra el VPH,
desde este año, es gratuita y obligatoria para varones de 11 años..
En la Argentina, desde 2011 es obligatoria la inmunización
en mujeres de 11 años de edad y aunque desde 2013 la vacuna se encuentra
aprobada para varones de 9 a 26 años, no estaba incluida en el calendario
oficial. Es decir, hasta ahora era optativa y a partir de este año se vuelve
obligatoria.
Según consigna la explicación oficial: "El objetivo de
la inclusión de los varones es avanzar en la disminución de la mortalidad de
las mujeres por cáncer de cuello de útero (efecto indirecto) y prevenir en los
hombres otros tipos de afecciones y cánceres asociados a este virus (efecto
directo).".
La Dirección de Enfermedades Inmunoprevenibles del
Ministerio de Salud de la Nación publica que "la vacuna contra el VPH
provee protección contra los tipos de VPH de alto riesgo oncogénicos 16 y 18,
responsables del 77 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino".
La misma fuente informa que la vacuna para mujeres y varones
de 11 años de edad ya está disponible gratis en vacunatorios y centros de salud
públicos del país y deberá aplicarse bajo un esquema de dos dosis cada seis
meses.
Qué es el hachepevé
El VPH (según su sigla en castellano que significa virus del
papiloma humano), pero más conocido como hachepevé (por sus siglas en inglés
HPV) es una familia de virus que puede afectar a personas de todas las edades y
de todos los géneros. Existen alrededor de 100 tipos de virus, de los cuales 40
afectan a la zona genital y/o anal. Por este motivo el VPH se encuentra
catalogado dentro del amplio grupo de enfermedades de transmisión sexual o ETS.
El VPH es muy común y se transmite fácilmente por contacto
sexual. Se estima que 4 de cada 5 personas van a contraer uno o varios de los
tipos de VPH en algún momento de sus vidas.
Los VPH se dividen en 2 grandes grupos. Por un lado, los de
"bajo riesgo oncogénico", que generalmente producen lesiones benignas
como las verrugas y otras lesiones sin consecuencias graves. Por otro lado
están los más temibles: los "de alto riesgo oncogénico" que pueden
evolucionar a lesiones precancerosas y a cáncer. En este caso, el cáncer más
frecuente es el de cuello de útero que, en Argentina, causa la muerte de 1.800
mujeres cada año. Otros tipos de cáncer causados por VPH pueden ser los de ano,
pene, vagina, vulva y orofaríngeos (de boca y garganta).
Dudas frecuentes y algunas respuestas
Las vacunas suelen despertar polémicas. Y esta no es la
excepción. Los padres que se oponen o que dudan temen someter a niños tan
pequeños a los posibles efectos adversos de una vacuna que es relativamente
nueva y por lo tanto no ha sido demostrada en el tiempo su efectividad.
Algunas de estas dudas llegan al consultorio de la Doctora
Mariela Chistik, pediatra del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. "Agunos
padres me plantean por qué tienen que vacunar a su hija o su hijo tan temprano
para una enfermedad de transmisión sexual", comenta a La Nación. "Es
una duda válida. Lo que yo les respondo es que a través de distintos estudios
se vio que los anticuerpos producidos como respuesta a la vacunación en mujeres
de 10 a 14 años son al menos dos veces mayores que los que se observan si se
vacuna a chicas de 15 a 25. Por eso los estudios concluyen que las adolescentes
jóvenes responden mejor a la vacuna que las adolescentes mayores",
explica.
Una razón más para despejar temores de los padres, suma la
pediatra Chistik es que la vacunación tiene cobertura para toda la vida.
"Vacunás a los 11 según el esquema de dos dosis y después no hay que
vacunar nuevamente"..
Otro motivo de resistencia está en los efectos adversos y la
polémica generada alrededor no sólo de esta sino de las vacunas en general.
"Muchos de los temores llegan a través de cosas que los pacientes leen en
Facebook o internet", cuenta la doctora Chistik. "Lo que puede haber
es dolor en el sitio de colocación o tumefacción, pero (las del VPH) son
vacunas bastante seguras".
¿Un paso más hacia la erradicación del cáncer cervical?
Una de las voces que ve con buenos ojos el nuevo esquema de
vacunación obligatoria y la inclusión de los varones al mismo es el doctor
Eduardo López, Jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo
Gutiérrez y Presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica
(SADIP).
El principal motivo es la promesa a futuro de disminuir la
incidencia y la mortalidad por cáncer de cuello de útero, del cual el VPH es el
gran responsable, en la población Argentina. "Debemos recordar que en
nuestro país se diagnostican cada año 5000 casos de cáncer cervical y 1800 mujeres
mueren por esta causa. La prevalencia global de la infección por VPH global
(varones y mujeres) es del 16% en Argentina. Además, la infección persistente
por el VPH es el causante del 100% de cáncer de cuello uterino". Por ese
motivo el especialista sostiene que la vacuna contra el VPH es una herramienta
fundamental en la prevención de esta enfermedad "que constituye un
problema para la salud pública y tiene mayor impacto en las mujeres
socioeconómicamente vulnerables".
Con respecto a las dudas por la edad de inmunización, su
argumento apoya el de la doctora Chistik. "Este virus se adquiere
fundamentalmente por transmisión sexual, por lo tanto se debe proteger antes
del comienzo de la iniciación sexual que, en Argentina, es de alrededor de los
13 años. El programa nacional establece la edad de los 11 años, aprovechando
además que a esa edad también se vacuna para tos convulsa junto con tétanos y
difteria, rubeola y alienta a completar esquemas de vacunación en caso que
faltara alguna vacuna".
También señala que las adolescentes tienen mayor
susceptibilidad a la infección por HPV y además que las niñas y niños de 9 a 12
años van al médico pediatra con mayor frecuencia que los mayores de 13 años,
por lo tanto es más fácil vacunar a púberes que adolescentes.
En respuesta a título de este párrafo, cabe aclarar que la
vacuna consiste en un paso más hacia la erradicación del cáncer pero todavía no
la garantiza. Los estudios mundiales apuntan a una reducción de dos tercios
De hecho la vacuna contra el VPH no previene la infección de
todos los serotipos de alto riesgo, por lo cual los controles ginecológicos
recomendados siguen siendo vigentes: la prueba de Papanicolaou, que consiste en
un tamizaje para evaluar riesgo de cáncer cervical, se debe realizar anualmente,
aun en mujeres que han recibido la vacuna contra el VPH.
Una enfermedad silenciosa
"La infección (del VPH) puede ser silente y no dar
síntomas por años hasta que se detecta el cáncer de cuello uterino",
alerta el infectólogo Eduardo López. "En muchos casos se porta el virus y
se transmite sin tener ningún síntoma como ocurre en la mayoría de las veces,
pero una vez que se aloja es muy difícil de erradicar dado que no tiene
tratamiento médico efectivo y a través del tiempo puede provocar efectos nocivos
que culminan con distintos tipos de cánceres", describe. Por esa razón no
se indica en primer término la vacunación a los adultos: "un porcentaje
significativo de los mismos ya estarían infectados por el virus y la vacuna
sería mucho menos eficaz", sostiene.
El comportamiento de la enfermedad se considera silencioso
porque no siempre provoca síntomas visibles como pueden ser los de un resfrío.
Además porque el tabú y la vergüenza que todavía rodea a lo relacionado a la
vida sexual hace que quien padezca el hachepevé tienda a ocultarlo.
Lo cierto es que el VPH es una afección frecuente y que,
además, puede adquirirse tempranamente con el comienzo de la actividad sexual.
Como explica el especialista: "Se acepta que la edad temprana del primer
coito es un factor de riesgo, por lo tanto si se vacuna antes de la actividad
sexual, se logra protección adecuada antes de la exposición al virus" y
resalta: "Debemos recordar que este virus se aloja en la piel y mucosas y
se puede adquirir el mismo en juego sexuales en el área genital, anal u oral
sin penetración como es el caso de las verrugas genitales. Incluso los recién
nacidos pueden padecer papilomatosis laríngea (el virus infectaría la laringe
del bebé)" al pasar por el canal del parto de la madre que está infectada
por el virus, tenga o no tenga síntomas.
Con respecto a la conveniencia para la salud pública de
incorporar a los varones a los esquemas de vacunación señala como positiva la
experiencia de Australia, donde " la implementación de la vacuna en varones
logró una muy rápida disminución de las verrugas genitales" y añade que se
ha demostrado que la estrategia de incorporar varones adolescentes a la
vacunación contra VPH es una medida costo-efectiva para disminuir incidencia y
mortalidad por cáncer cervical en las poblaciones donde la inmunización en
niñas son menores al setenta por ciento (70%) como ocurre en disitintas áreas
de Argentina. Por otra parte, añade que "al vacunar mujeres y varones se
apunta a que disminuya la circulación del virus de modo que el riesgo de
contagio será mucho menor". Esta estrategia está apoyada por la
Organización Mundial de la Salud. Finalmente, explica que la vacunación en
varones otorgaría protección a los hombres que tienen sexo con hombres.
Fuente: La Nación
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