Las medidas vigentes para la reducción del consumo de sal
tomadas por el Ministerio de Salud de la Nación contribuyen a prevenir la
hipertensión arterial, principal factor de riesgo de los accidentes
cerebrovasculares.
Con motivo de celebrarse el Día Mundial del Accidente
Cerebrovascular (ACV), el próximo miércoles 29, el Ministerio de Salud de la
Nación, a cargo de Juan Manzur, recordó hoy que en Argentina representa la
primer causa de invalidez y provoca 18.000 muertes anuales. Los factores de
riesgo de ACV se asocian a la hipertensión, los altos índices de colesterol, el
tabaquismo, la diabetes, el sobrepeso y el sedentarismo.
"Por cada gramo de sal que reducimos en el consumo
diario de la población estamos evitando 2000 muertes anuales y 13.000
ACV", señaló el director de Promoción de la Salud y Control de
Enfermedades No Transmisibles, Sebastián Laspiur. "Ocho de cada diez ACV
se presentan en pacientes hipertensos: si reducimos tres gramos el consumo de
sal diario, evitaríamos en 2020 más de 100.000 ataques cerebrovasculares",
remarcó.
En nuestro país, el promedio de consumo de sal diario por
persona es de 11 gramos, más del doble de lo que recomienda la Organización
Mundial de la Salud (OMS), que es 5 gramos diarios. La III Encuesta Nacional de
Factores de Riesgo (ENFR) mostró una disminución entre 2009 y 2013 del
porcentaje de población que agrega sal a las comidas después de la cocción, pasando
del 25,3 al 17,3 por ciento. A su vez aumentaron los controles de presión
arterial, el 92,7 por ciento de los adultos se realizaron un chequeo en los
últimos dos años.
Por medio de la iniciativa "Menos Sal Más Vida",
puesta en marcha en 2010, la cartera sanitaria nacional promueve la reducción
del sodio en alimentos procesados a través de acuerdos con la industria
alimenticia y panaderías artesanales. En este sentido, se llevan firmados
convenios de reducción voluntaria con 57 empresas líderes en el sector
alimentario, que involucran a 579 productos procesados (cárnicos, lácteos,
farináceos, sopas y conservas).
Por otra parte, el consumo de tabaco aumenta cuatro veces su
riesgo de padecer un evento cerebrovascular. Un dato alentador que se desprende
de la última ENFR, es que no solo está en descenso la población que fuma, sino
también la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares de trabajo, bares y
restaurantes e inclusive en el hogar. El consumo de tabaco pasó de 27,1 por
ciento en 2009 al 25,1 en 2013, en tanto la exposición al humo de tabaco de
terceros se redujo del 40,4 al 36,3 por ciento, en el mismo período, según la
ENFR, cuyos resultados fueron anunciados en septiembre pasado.
"En los últimos 10 años 900 mil personas abandonaron el
cigarrillo", detalló Laspiur y agregó que "la reglamentación de la
Ley Nacional de Control del Tabaco nos abre nuevas oportunidades para
profundizar esta tendencia".
Características del accidente cerebrovascular
El accidente cerebro vascular (ACV) se produce cuando el
flujo de sangre es obstruido. Existen dos tipos de ataque, el isquémico y el
hemorrágico. El 75 por ciento de los ACV se producen por eventos de tipo
isquémico y se dan ante la formación de coágulos de sangre en las arterias que
nutren al cerebro o cuando un coágulo que se generó en otra parte del cuerpo se
instala en el cerebro. Los de tipo hemorrágico, provocan sangrados en el
interior del cerebro o las capas que lo rodean ante la rotura de un vaso
sanguíneo.
Un ACV produce súbitamente algunos síntomas. Ante su
detección, la atención médica inmediata aumenta las posibilidades de
recuperación y disminuye la probabilidad de secuelas. Cada minuto transcurrido
es crucial para prevenir los daños del ataque sobre la actividad motora del
cuerpo, el lenguaje, la visión, la actividad psíquica y, en última instancia,
la muerte. Algunos de los síntomas que pueden presentarse son:
• Adormecimiento de una parte del cuerpo (la mitad de la
cara, un brazo o una pierna)
• Dificultades para hablar y comprender
• Pérdida total o parcial de la visión
• Dificultad para caminar o pérdidas del equilibrio y
coordinación
• Fuertes dolores de cabeza (más intensos que una migraña
corriente)
Algunas recomendaciones para ayudar a una persona que sufre
un evento cerebro vascular son evitar que se quede dormida, no suministrarle
fármacos que puedan bajarle la presión y, en el caso de los diabéticos,
controlarle el nivel de glucosa en sangre. Para reconocer si se trata de
síntomas de un ACV se puede solicitar a la persona que sonría, levante ambos
brazos y repita una frase simple, observando si tiene dificultades para cumplir
con alguna de estas consignas.
En ocasiones las obstrucciones en las arterias del cerebro
son pasajeras y los síntomas se manifiestan por breves períodos de tiempo, si
bien los ataques transitorios no producen daños permanentes, es necesario
controlarlos y advertir la posibilidad de un evento mayor.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación
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