Las sociedades extienden su expectativa de vida y las
terapias intensivas están superpobladas, pero cada vez hay menos doctores
especializados disponibles. Un experto explica los motivos.

Seguramente una parte de la población se entera en este
momento de que existe una especialidad médica que se ocupa de la terapia intensiva,
siendo un eslabón vital en la cadena de atención médica.
La foto de época actual en la Argentina y el mundo determina
que la demanda de camas en las terapias intensivas, tanto en las clínicas
privadas como en los hospitales públicos, crece sin cesar. Los especialistas
señalan que el escenario está totalmente conectado con poblaciones que alargan
su expectativa de vida, con el aumento de accidentes y víctimas de violencia,
constituyendo así sociedades más envejecidas, cuya demanda de los cuidados
intensivos es cada vez mayor.
En el caso argentino esta descripción tiene observaciones
particulares: los futuros médicos no toman como camino la especialidad
intensivista ya que las condiciones laborales que ofrece la especialidad son
malas, tanto en el sistema público como privado. Y el 40% de los que cursan la
especialización se traslada a otras más amigables.
¿Por qué? La respuesta es simple pero desata consecuencias
complejas.
El doctor Alejandro Risso Vázquez, coordinador médico de
Terapia Intensiva del Sanatorio Otamendi y Miroli y miembro de la comisión
directiva del Colegio Argentino de Terapia Intensiva (CATI) define el fenómeno
en nuestro país para Infobae: "El ingreso de médicos especializados en
cuidados intensivos está en crisis y la principal razón son las malas
condiciones laborales que ofrece el sistema de salud. Hay muchas diferencias de
carga horaria y sobre todo de salario con una especialidad como la
anestesiología, por ejemplo. Frente a un gran esfuerzo profesional que requiere
la especialización, el equilibrio costo-beneficio no resulta conveniente. Hoy
sólo se completa el 40% de los cargos, el resto queda sin cubrir. Y el problema
se verá en los próximos años".
Qué hace un intensivista
"Un intensivista es un especialista en medicina crítica
y terapia intensiva que está formado en cuidar y ofrecer la mejor calidad de
atención a pacientes graves o críticos. Está entrenado y certificado, lo que
garantiza las competencias necesarias para atender enfermedades graves con
riesgo de muerte, que requiere el manejo de tecnología específica de alta
complejidad. Los pacientes politraumatizados por accidentes, insuficiencia
respiratoria, cuidados posquirúrgicos, hemorragias cerebrales, infarto
cerebral, un breve listado de enfermedades que requieren del
intensivista", precisa Risso Vázquez .
La especialidad se adquiere luego de la carrera de grado que
toma 4 a 5 años de entrenamiento y formación en residencias médicas en asociación
a cursos de especialistas que ofrece la SATI y/o varias universidades del país.
La prolongada formación, mayor de 10 años, recién permite al médico prestar
servicios en forma independiente y competente.
"Esto hace que los médicos jóvenes no tomen como camino
la especialidad ya que las condiciones laborales son malas, tanto en el sistema
público como privado, asociado a la mala remuneración que perciben los médicos
en ambos sistemas. En el último análisis realizado por el Ministerio de Salud
de la Nación se refleja que del 100% de cargos de residencia ofrecidos en
terapia intensiva en la Argentina solamente se han cubierto el 42% de vacantes.
En contraposición a lo que ocurre con anestesiología, que se cubren el 100% de
las vacantes ofrecidas, o en anatomía patológica, que ocurre lo mismo".
"Algunos estudios indican que entre los motivos figura
que los jóvenes no eligen la especialidad porque no se ajusta al modelo de vida
que quieren llevar. Si alguien piensa en una familia, en hijos, en tener una
vida en común, no opta por terapia intensiva", completa Risso
Vázquez".
Según, el CATI, la deficiencia de médicos especialistas que
viene creciendo en estos años se debe fundamentalmente a:
- Residencias y cargos de terapia intensiva sin cubrir
- El 40% de los especialistas no proyecta terminar su carrera como intensivista y se traslada a otra especialidad más amigable.
- Envejecimiento de los profesionales que permanecen en actividad; el 50% de los especialistas tienen en promedio más de 40 años de edad.
- Aumento de las vacantes cubiertas por mujeres en edad fértil que se alejan de sus hogares por encima de cualquier especialidad. El 40% son mujeres con 2 guardias semanales que implican 100 días por año fuera de sus hogares.
- El 42% de los especialistas necesitan más de 2 guardias semanales por las condiciones adversas de salario que tiene la especialidad. Esto obviamente se ve más acentuado fuera de CABA. Por ejemplo, en los hospitales de la provincia de Buenos Aires.
Problema de todos
La doctora Carina Balasini, presidente del Colegio Argentino
de Terapia intensiva (CATI), explicó: "La falta de especialistas, al año
2013, se estima que se triplicó. Actualmente hacen falta alrededor de 1.500 a
2.100 médicos especialistas. Otro dato muestra que actualmente hay 1.200
intensivistas para las 9.116 camas disponibles en las 854 UTI hospitalarias del
país, que en promedio tienen 10 camas, según datos que ha informado la Sociedad
Argentina de Terapia Intensiva (SATI)".
En el último relevamiento sobre la actualidad de las
unidades intensivas del país, realizado en 2012, y publicado en la revista
argentina de terapia intensiva, relevó que un médico cada 8 camas se da en el
70% de los servicios de carácter estatal ( hospitales) y en el 30% restante se
constató un médico cada 10-12 camas. Otro aspecto relevante fue que de los 40
servicios relevados solamente 32 tenían jefes o coordinadores especialistas
aparte de los médicos de guardia con especialidad concluida. Los que no tienen
especialistas en terapia intensiva (8 centros) tienen médicos cardiólogos,
clínicos, generalistas y/o internistas.
Agrega Risso Vázquez: "La falta de médicos
intensivistas pone a la especialidad ante una gran crisis a nivel nacional
donde el sistema de salud no ha puesto las herramientas necesarias para
implementar políticas de salud a nivel privado y estatal. Hoy la cantidad de
camas no cubre las necesidades de la población. Y esto no sólo se da en
terapias intensivas de adultos, sino que se observa también en las terapias
neonatales y pediátricas del país".
Nuevo paradigma
La merma de intensivistas impacta en una disminución en la
calidad de la atención de pacientes graves internados con el inexorable aumento
de la mortalidad hospitalaria.
A nivel mundial, las últimas investigaciones publicadas en
las revistas especializadas dan cuenta de que si la atención en las Unidades de
Terapia Intensiva (UTI) está a cargo de especialistas en cuidados críticos,
mejoran los resultados de los tratamientos y aumentan las probabilidades de
vida de los pacientes.
Muchos países han observado este fenómeno y han actuado para
mejorar las condiciones laborales del médico dándole mayor jerarquía a la
especialidad y tomándola como pilar fundamental en el sistema de salud. Algunas
naciones vecinas como Uruguay y Brasil corren con el mismo problema de
infraestructura que la Argentina: la falta de camas en cuidados críticos en el
ámbito público y en menor medida en el ámbito privado.
"Alentamos desde la CATI a cambiar el paradigma actual
del médico intensivista", concluye la doctora Balasini.
Fuente: Infobae
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