miércoles, 14 de mayo de 2014

Mendoza: falleció una mujer que esperaba que la Aduana libere un medicamento oncológico

Osvaldo Quiroga perdió a su mujer la semana pasada, luego de que pasara más de tres meses sin recibir quimioterapia por la falta de una droga que debía suministrarle el Estado.

La historia de Graciela Guardia terminó mal. La mujer tenía cáncer de mama y falleció la semana pasada, luego de estar tres meses sin someterse a quimioterapia por estar en falta el medicamento específico que necesitaba para este tratamiento.

Graciela tenía 46 años, era martillera pública, en agosto de 2007 tuvo a su pequeño hijo y en enero de 2008 le descubrieron cáncer de mama. Para entonces, su pareja, Osvaldo Quiroga, se retiró de la Policía ya que le salió una oportunidad laboral superadora. En el traspaso de un empleo a otro, la mujer es dada de baja de la OSEP por supuesta falta de aportes, y es así como comienza su tratamiento en el Hospital Central, recibe la droga para la quimioterapia a través del Programa Oncológico Provincial.

Luego de haberse sometido a 18 operaciones y de haber hecho interconsultas en Buenos Aires, en diciembre de 2013 le informan que la droga que necesitaba (TM11 Kadcyla de 2.4 mg. del laboratorio Roche) no se encontraba en el país. Así fue como Quiroga recurrió a la Justicia y junto con la abogada Paula Vetrugno presentan un amparo, pero cuando el fallo dio favorable ya era demasiado tarde para Guardia.

“Cuando nos enteramos que la Justicia falló a nuestro favor, el último 20 de marzo, tuve que comunicarme yo con el Programa Provincial de Oncología para que me dieran la droga. La respuesta fue que me iban a avisar cuando la consiguieran, pero cuando la tuvieron ya era tarde porque el propio cuerpo de Graciela la rechazó”, comentó Quiroga.

El esposo de la paciente aseguró que fue a hablar con el jefe de Programas Complejos, Luis Aguilera Prisco, éste los desalentó por completo: “En lugar de preocuparse por los remedios por qué no se preocupan por conseguir la plata para el sepelio", les dijo el médico a Quiroga.

“Esto no va a quedar así. Hay un niño que está por cumplir siete años que se quedó sin su mamá. A Graciela la espera le costó la vida. Falleció el martes 6 de mayo en la guardia del Hospital Central. Era una gran persona, muy culta y voy a iniciar acciones legales contra el Estado porque quienes están al frente de estos programas tienen que entender que con la vida de la gente no se juega y tampoco con los sentimientos de los familiares de los enfermos”, aseguró Osvaldo; a pesar del sufrimiento, el hombre destacó que su mujer siempre fue bien atendida en el Central por médicos y enfermeros. 

“Cuando inauguraron el Banco de Sangre, durante el gobierno de Celso Jaque, fui yo el que le arruinó la fiesta. Fui yo el que le grité que dejara de mentir porque desde entonces ya había problemas para conseguir las drogas. Pero en aquel tiempo estaba al frente del programa el médico Roberto Bianchi, que nos acompañaba y apoyaba. Muchas veces fue él con nosotros a la Casa de Gobierno a reclamar por los faltantes”, agregó desconsolado.

Quiroga vive con su hijo en Maipú y no piensa bajar los brazos, mientras que recibe el apoyo económico de una hija de una pareja anterior de Guardia. “Si no hubiese sido por Cintia, que vive en San Juan, no podría haberme dedicado por completo al cuidado de Graciela. Lamentablemente el estado en el que se encontraba no me permitía dejarla al cuidado de nadie, así es que todo este tiempo me aboqué a ella y a mi hijo. Mi objetivo ahora es que esto se sepa para que no le vuelva a pasar a nadie más porque sé, que como Graciela, hay muchos en nuestra provincia”, enfatizó el hombre.

Las voces de los médicos

Este diario intentó comunicarse con Luis Aguilera Prisco pero el responsable de Programas Complejos, que tiene a su cargo el Programa Provincial de Oncología, expresó que no podía recibir a la prensa este martes y que no daba información por teléfono, ya que le pareció un tema delicado.

Por su lado, el médico Alberto Capó, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Central, confirmó que la droga que Guardia necesitaba era específica y que es importada. Aunque aseguro que ésta no le iba a salvar la vida por el estado avanzado de la enfermedad, pero sí le iba a aliviar algunos síntomas.

Capó detalló que el año pasado atendieron seis mil consultas por diferentes tipos de cáncer y que esta enfermedad sigue siendo la segunda causa de muerte en la provincia; recordó que en el Central se realizan 10 quimioterapias por día.

Asimismo, desde la OSEP explicaron que tienen mil nuevos casos por año y que la obra social le cubre la quimioterapia, radioterapia y los remedios al 100 por ciento. Desde esa institución explicaron que los remedios se les están entregando a los pacientes y que se compran contra reembolso en dólares y que cuando han sufrido atraso no han llegado a superar los 10 días de espera.

Fuente: El Sol Online

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