El error se produjo en una clínica pública especializada en
fertilización de Roma. Cuando una de las madres se hizo el test genético,
descubrió que los bebés en su vientre no eran suyos, aunque decidió continuar
con el embarazo. La madre biológica los reclama como propios.

Tres meses después de realizar el procedimiento, una de las
mujeres embarazadas se hizo un test genético para detectar anomalías prenatales
y se descubrió que los gemelos que esperaba no tenían sus genes ni los de su
marido. Las tres parejas restantes entraron en pánico, ya que creyeron que
podrían estar gestando embriones que no les correspondían. La denuncia fue
presentada por una de las parejas que se sometió al tratamiento, la que sufrió
un aborto.
Al matrimonio le intercambiaron los embriones y recibieron
los de otra pareja. El conflicto se agravó aún más, ya que decidieron continuar
con el embarazo y quedarse con los bebés, pese a que biológicamente no son de
ellos. "Si mi clienta hubiera deseado abortar, ya lo habría hecho",
dijo su abogado. En contraposición, la pareja a la que sí le correspondían los
embriones, está convencida de que los gemelos son sus hijos y los reclaman.
"Si las pruebas demuestran de forma incontestable que los gemelos nacen de
un embrión de mis clientes, éstos harán todo lo posible por tenerlos, porque
los consideran hijos suyos", dijo su representante.
El diario La Stampa entrevistó a la denunciante, quien contó
que se sintió a punto de "morir" cuando se enteró que otra de las
mujeres implantadas el mismo día que, quedó embarazada de gemelos y se enteró
que no son suyos. "Tuve un sobresalto y pensé que esos embriones podrían
ser míos. En ese momento llamé a un abogado y le dije: 'Si esos hijos son míos,
los quiero'. No quiero a hijos de otros, pero si esos embriones son míos, nada
me separará de ellos", aseguró.
Un comité ad hoc presidido por el genetista y rector de la
Universidad de Tor Vergata, Giuseppe Novelli, sostuvo que la mujer embarazada
de gemelos no es la mamá biológica de los embriones que lleva en su vientre. La
ministra italiana de Salud Pública, Beatrice Lorenzin coincidió: "Los
hallazgos recientes demuestran la hipótesis planteada. Hubo un error humano
causado por la casi homonimia de los apellidos de dos pacientes –una similitud
de las letras– y también en la calidad insuficiente de los procedimientos de
seguridad", dijo la funcionaria.
Además, agregó que se deben realizar inspecciones en todos
los centros, ya que hay que "dar paz y tranquilidad" a las parejas
que tienen y pueden hacer uso de un tratamiento de este tipo para tener hijos.
"Los que cometen errores tiene que pagar", agregó.
Fuente: Infobae
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