Un equipo de investigadores y médicos del Hospital de
Pediatría Juan Garrahan ganó el premio Bernardo Houssay en farmacología del
Centro de Estudios para el Desarrollo de la industria Químico-farmacéutica
Argentina (CEDIQUIFA). Fue porque desarrollaron una estrategia exitosa contra
un cáncer que afecta a los ojos de los más chiquitos, el retinoblastoma.
Consiguieron aumentar la tasa de curación hasta el 98% de los casos y bajar los
efectos adversos del tratamiento con quimioterapia.
El retinoblastoma es una enfermedad por la cual aparecen
células malignas en la retina del ojo. Su incidencia es de 8 mil casos nuevos
al año en el mundo. Entre sus síntomas, se encuentra que la pupila del ojo
tiene un aspecto blanco (en lugar de rojo) cuando se expone a la luz. En la
Argentina, se detectan 45 nuevos casos por año, y el 80% son derivados para su
atención en el Hospital Garrahan en Capital.
“Veníamos trabajando en el tema del retinoblastoma, pero
hace 10 años incorporamos a investigadores básicos e hicimos trabajos
experimentales en animales. El conocimiento científico que producimos sirvió
para desarrollar un tratamiento más racional contra la enfermedad, con menos
efectos adversos. No sólo conseguimos que se cure el 98% de los niños que
tratamos, sino que se aumentó la probabilidad de preservar los ojos y la
visión”, contó a Clarín Guillermo Chantada, coordinador del equipo. En países
como Bolivia, la curación no supera el 30%, y en Nigeria, menos del 10%.
El jurado del premio estuvo formado por Gustavo Negri,
vicedecano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica (UBA), Eduardo Charreau,
presidente de la Fundación Instituto de Biología y Medicina Experimental;
Regina Wikinski; Silvia Wikinski; Damasia Becú, directora del Ibyme del
Conicet; Alejandro De Nicola, y Eduardo Gallardo, presidente de Cediquifa. Se
valoró la estrategia del tratamiento basada en el modelo de investigación
traslacional: “Respondemos las preguntas tanto desde el lado del laboratorio
como desde el paciente”, agregó Chantada.
Otro logro reciente fue el descubrimiento de un marcador
molecular, en colaboración con la Universidad Nacional de Quilmes. El marcador
permite detectar la enfermedad cuando ya se dispersó por fuera del ojo. “Al
rastrear el cáncer en el cuerpo, podemos decidir un mejor tratamiento, según el
estadío de cada paciente”, precisó. Estiman que el marcador será útil en los
próximos años en los países en los que los chicos acceden tardíamente al
diagnóstico.
Con el doctor Chantada trabajan: Emiliano Buitrago,
Alejandro Ceciliano, Adriana Fandiño, María Teresa García de Dávila, Gabriel
Mato, Flavio Requejo, Claudia Sampor, Paula Shcaiquevich, Mariana Sgroi, Paula
Taich, Ana Vanesa Torbidoni, y Úrsula Winter.
El equipo no se detiene: ya consiguió un subsidio de la
Agencia Nacional de Promoción Científico-Tecnológica del Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT), y hará la secuenciación del genoma
de pacientes con retinoblastoma avanzado, en colaboración con científicos de la
Fundación Instituto Leloir.
Fuente: Clarín
Excelente noticia!! esto significa que el Hospital Público puede ser de excelencia para lo cual hay que destinar el mayor presupuesto posible porque la calidad de los Profesionales médicos está comprobada
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