Nació en Mar del Plata y es el primer caso de triple
filiación en América latina.
El 20 de marzo pasado Antonio cumplió un año.
Como cualquier niño a esa edad, vive la etapa en la que los primeros pasos representan
el descubrimiento de todo lo que está a su alcance. Pero a diferencia de otros
chicos de 13 meses, él no sabe que es protagonista de una realidad para nada
habitual hasta ahora: tiene dos madres y un padre.
De hecho, el de Antonio es el primer caso de triple
filiación, no sólo en la Argentina, sino también en América latina.
Así quedó formalmente establecido ayer, durante un acto
celebrado en la gobernación bonaerense. Para ello, el Registro Provincial de
las Personas autorizó, mediante una resolución, el reconocimiento paterno del
primer bebe que llevará también el apellido de sus dos madres.
Susana y Valeria tienen 37 años y desde hace 11 comparten el
mismo techo en la ciudad de Mar del Plata. Hace un tiempo, contrajeron
matrimonio y, como la gran mayoría de las parejas, comenzaron a sentir la
necesidad de tener un hijo. Y ahí fue cuando entró en escena Hernán, a punto de
cumplir 39 años, que es un gran amigo de ambas mujeres, a quienes conoce desde
1996.
"Fue algo que estuvimos conversando durante mucho
tiempo, porque queríamos y necesitábamos sentirnos seguros", dijo Susana a
LA NACION, al referirse al acuerdo al que finalmente arribaron, para que ese
gran amigo se convirtiera en el padre que ellas dos buscaban.
El paso siguiente consistió en haber recurrido a una
inseminación artificial asistida, en la que Hernán aportó sus gametos con la
voluntad e intención de ser no sólo el padre biológico, sino también de estar
presente en la vida de ese hijo que los tres ansiaban tener.
Con el fin de preservar la identidad del menor, el trío de
padres -que no podían ni querían ocultar su alegría, reflejada en sus sonrisas-
prefirió no dar a conocer sus apellidos. "En realidad, él no se ofreció
como donante, sino como un proyecto de tener un hijo entre los tres. O sea, no
como donante, sino como padre, con todas las responsabilidades que eso
conlleva", aclaró por su parte Valeria.
Mientras las cámaras registraban ese momento, y las
fotográficas no dejaban de disparar, el pequeño Antonio, ajeno al significado y
a la trascendencia de ese hecho, pasaba de los brazos de su madre a los de su
otra madre, mientras su papá, que no quería permanecer al margen, también lo
recibía.
Hernán reconoció a LA NACION que "no fue una decisión
fácil de tomar, porque por una cosa o por otra nunca era el momento para tener
un hijo. Hasta que sentimos que llegó ese momento y dimos este gran paso".
Cuando se presentaron ante el Registro de las Personas para
solicitar la inscripción del reconocimiento de su hijo, fundamentaron su pedido
en la necesidad de garantizar al niño su derecho a la identidad integral, al
reconocimiento de su realidad familiar y al derecho a ser reconocido como hijo
de sus dos madres y de su padre sin que deba resignar ninguno de ellos sus
derechos y obligaciones. La solicitud de la familia fue apoyada por la
Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (LGTB).
No obstante, Hernán aclaró que dentro de sus posibilidades
estará presente y colaborará en la crianza del menor. Mientras las mujeres
viven en Mar del Plata, él reside en Capital Federal, lo que no le impide
trasladarse periódicamente hasta la ciudad balnearia para estar junto a su
hijo.
Por su parte, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez,
destacó: "Desde el inicio de la gestión de Daniel Scioli acompañamos la
ampliación de derechos en sintonía con los cambios que se fueron implementando
a nivel nacional, como la ley de matrimonio igualitario, de identidad de género
y la reforma del Código Civil". Y agregó: "Si bien no hay antecedente
de este reconocimiento legal, la realidad familiar merece la protección, tutela
y amparo del Estado".
Y un dato que se tuvo en cuenta a la hora de aprobar esta
solicitud: la legislación civil en la Argentina no limita la cantidad de
integrantes de un vínculo filial, y si bien queda por sentada su conformación
por dos personas, no existe expresa prohibición de triple filiación.
Fuente: La Nación
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