Este informe especial explica cómo hicieron otros países para saldar la discusión sobre
la promoción de estos tratamientos. Un trabajo afirma que a mayor publicidad,
mayor compra de los productos. Existen normas de la OMS para promocionar de
forma ética los medicamentos. En general, los avisos violan las leyes
continentales.
El proyecto presentados por legisladores nacionales que
responde a la agrupación La Cámpora para prohibir la publicidad de medicamentos
OTC o “de venta libre” generó diversas reacciones en el sector farmacéutico
argentino. Mientras que varios especialistas y autoridades apoyaron la
iniciativa, desde los laboratorios productores pusieron reparos, y hablaron de
un avance del gobierno sobre su negocio, y advirtieron sobre sus efectos. Esta
discusión no es nueva, y tiene varios capítulos en el país. La Argentina no es
el primero que busca poner freno al poder de lobby de la publicidad de
medicamentos de este tipo. En la región existen varias experiencias, con
distinta suerte. Cómo regulan los países europeos la venta de estos productos,
y cómo los alinean con los principios éticos que la Organización Mundial de la
Salud (OMS) aconseja para estas promociones.
El objetivo de la ley es prohibir “la publicidad, promoción
y patrocinio de los medicamentos en forma directa o indirecta, a través de
cualquier medio de difusión o comunicación”. Lo que permitiría el proyecto es
que las empresas del sector realicen “publicidad institucional”. Muchos países
ya emprendieron esta prohibición, mientras que otros siguen peleando contra el
lobby farmacéutico. Una disputa que ahora llega al país con este proyecto de
ley.
En Europa, el parlamento continental viene regulando la
actividad de las farmacéuticas en materia de promoción. En concreto, la ley
14/1986 y la ley 25/1990 establecen la exclusividad de las oficinas de farmacia
y los servicios de farmacia de hospital para la dispensación de cualquier tipo
de medicamento, y cualquier tipo de venta indirecta de medicamentos. Las
citadas leyes, prohíben la publicidad de medicamentos OTC al público sin
autorización previa.
En la región, la flamante Ley de Farmacias de Chile prohíbe
la publicidad de los medicamentos en medios de comunicación. “La ley de fármacos
tiene tres pilares fundamentales que centran la preocupación ciudadana en el
acceso, calidad y precio del medicamentos, este es el mensaje que queremos
entregar a la comunidad (…) es contar con un marco regulatorio en un mercado
que estaba desregulado. Hoy podemos decir que va a estar vigilado tanto por la
autoridad sanitaria como por los organismo pertinentes”, dijo Stephan Jarpa,
director del Instituto de Salud Pública (ISP).
Hay que recordar que en 1988 la Organización Mundial de la
Salud (OMS) publicó los denominados “Criterios éticos para la promoción de
medicamentos” con el propósito de garantizar que las actividades de marketing
sean compatibles con la búsqueda de la verdad y la rectitud que deben guardar
la promoción y la publicidad farmacológicas. Además, existe la Red Panamericana
para la Armonización de la Reglamentación
Farmacéutica (PARF), a fin de que las normas para autorizar medicamentos sean
iguales en los distintos países, armonizando los criterios para definir qué
medicamentos pueden ser de venta libre; pero esto se maneja en cada país, en
relación con las presiones de la industria.
Pero su impacto no se termina de ver en los países de la
región. En un trabajo realizado por especialistas de la Universidad Nacional de
Colombia analizó las distintas regulaciones sobre promoción de fármacos y su
grado de acatamiento reflejado en piezas publicitarias. El informe, titulado
“Publicidad y promoción de medicamentos: regulaciones y grado de acatamiento en
cinco países de América Latina” se realizó en la Argentina, Colombia, Ecuador,
Nicaragua y Perú. Sus autores concluyeron entre otras cosa que “si bien en
general los cinco países del estudio incorporan en sus regulaciones sobre
promoción y publicidad de medicamentos las recomendaciones de la OMS, con
frecuencia dichas ordenanzas no se reflejan en los contenidos de las piezas
promocionales”.
En los últimos años, investigaciones realizadas en Estados
Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelandia, España y Brasil revelan hallazgos
preocupantes relacionados con la publicidad de fármacos en los medios de
comunicación masivo. Un estudio publicado recientemente señala que “la
propaganda farmacológica directa al consumidor genera un aumento de las ventas
de los productos anunciados”.
La información difundida por estos medios, entonces, puede
incidir “no solo en la idoneidad de la práctica médica sino además en la salud
y el bienestar del paciente, así como en los costos de la atención, los cuales
son generalmente asumidos por el gobierno o por el mismo paciente, sea mediante
su cobertura médica o con dinero de su propio bolsillo”.
La iniciativa nacional cuenta con el apoyo de la Asociación
de Agentes de Propaganda Médica (AAPM), que dice ver en el escrito "varios
puntos en común con los que resaltamos desde hace tiempo". Ricardo Peidro,
secretario general del sindicato afirmó al diario El Cronista Comercial que
"todos los argumentos que ofrece el proyecto nosotros los planteamos desde
hace mucho tiempo, por lo que no podemos más que apoyarlo". El dirigente,
además, se quejó de la forma en la que los laboratorios promocionan los
medicamentos sin prescripción médica, un punto al que también apuntan los
diputados.
"Hay publicidades que llegan a decir que si el remedio
no hace efecto devuelven el dinero. Es inconcebible que esto ocurra. Tampoco se
dice nunca nada respecto de los peligros de tomar un medicamento en forma
incorrecta. La Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica
(ANMAT) debería hacer algo al respecto y no lo hace", se quejó Peidro.
Fuente: Mirada Profesional
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