
El Juzgado Contencioso Administrativo 16 de Barcelona ha
condenado al Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria (Imas), origen del
actual Parc Salut Mar --consorcio entre la Generalitat y el Ayuntamiento de
Barcelona--, a indemnizar con más de 80.000 euros a un hombre al que en 2002 le
diagnosticaron «por error» el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), y que
estuvo más de cuatro años pensando que era portador del sida.
Según la sentencia que ha remitido la Defensora del Paciente
de Catalunya, Juan Carlos S. fue diagnosticado «erróneamente» el 23 de mayo de
2002 con el virus del sida por el Hospital del Mar de Barcelona, al que había
acudido para tratarse una psoriasis, y hasta el 8 de junio de 2006 no se
detectó el fallo en el diagnóstico. Durante estos cuatro años, y aunque las
pruebas del mismo hospital reflejaban que la carga viral del paciente era
inferior al límite, no se le volvió a practicar la prueba del VIH, hasta el
momento en el que Juan Carles S. decidió solicitar una segunda opinión y acudir
al Hospital Clínic, donde le aseguraron que no era portador del virus.
A partir del primer diagnóstico, la víctima tuvo que ser
atendida por psiquiatras y psicólogos, una situación que el juez vincula
claramente con el mal diagnóstico: «Un error de diagnóstico en una materia tan
grave como es el VIH ha sido, sin duda, la causante de los trastornos de tipo
psiquiátrico». Además, y según ha explicado este martes Juan Carlos S. en una
rueda de prensa, también perdió a su familia y tuvo que pedir la baja del
cuerpo de la Guardia Urbana de Barcelona donde trabajaba, además de mantener un
tratamiento continuado de vacunación para controlar que no cogiera otras
enfermedades. Sobre si se le presentaron dudas sobre el primer diagnóstico, ha
afirmado que pensó que las analíticas eran «fiables», y ha sentenciado que
cuando lo supo, centró sus fuerzas en luchar contra la enfermedad, ya que no
dudaba de la profesionalidad del hospital.
Hacer más pruebas
La Defensora del Paciente, Carmen Flores, ha criticado la
política de recortes de la Generalitat y ha declarado que «debería ser de
protocolo que se hicieran más pruebas» para constatar diagnósticos como éste.
«Esta sentencia debería ser un ejemplo para la Administración», ha dicho, para
que se tomen más medidas y no se escatime en pruebas diagnósticas que puedan
dar un resultado contrario.
La abogada del Defensor del Paciente, Matilde Barrabés, ha
explicado que se trató de un «falso positivo», es decir, un error humano, y ha
criticado que no se le hicieran más analíticas en el hospital para confirmar
que tenía el VIH. Por eso, ha dicho, fue que decidieron interponer una
denuncia, tras la que la institución ya ha pagado unos 44.000 euros y falta
casi el doble por los intereses, aunque la abogada considera que el importe
debería ser mucho más elevado, si se contabilizaran los daños morales derivados
del error. La sentencia --que ha devenido firme tras no recurrir ninguna de las
partes-- sólo contempla los daños por incapacidad laboral, y no prevé
indemnizar a la víctima por otras causas, como el hecho de haber perdido un
piso por no poder pagarlo, o los costes económicos derivados de los honorarios
de los abogados.
No responsabiliza al hospital
Juan Carlos S. no ha querido responsabilizar directamente al
Hospital del Mar, ya que considera que el fallo en el diagnóstico fue fruto de
una cadena de fallos humanos fortuito. «Fue muy duro. Me dijeron que en tres
años podía morir», ha declarado, y ha deseado que nadie más tenga que pasar por
una situación similar, tras la que ahora él empieza a volver a ilusionarse por
la vida. Flores se ha mostrado muy satisfecha de la sentencia y ha agradecido
la lucha y la confianza de Juan Carlos S., al que ha dicho que ha pasado una
situación «que no todo el mundo sabe superar».
Fuente: ABC.es
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