Una ONG difundió un informe donde alertó sobre
el alto costo que tienen paliar los efectos adversos de los medicamentos que se
toman sin control. Es que ese fenómeno, que crece en el mundo, suele llevar a
mucha gente a los servicios de atención de la salud, lo que ocasiona consultas
y gastos diversos. Estos eventos también se dan por accidente, entre los niños
sobre todo, cuando los fármacos están en el botiquín del hogar. Así, en varias
provincias el consumo accidental corresponde a la primera causa de consulta de
intoxicaciones. Así sucede en Mendoza, donde en los hospitales provinciales
casi la mitad de las consultas tienen que ver con el consumo accidental de
algún remedio.
Los datos surgen de un informe difundido en la provincia por
el servicio de Toxicología del ministerio de Salud de Mendoza. Según el mismo,
“los medicamentos son la principal causa de intoxicaciones en niños menores de
4 años”. En segundo lugar se encuentran las que ocurren por ingesta de
productos del hogar, como detergentes y desinfectantes.
"Los más expuestos al riesgo de intoxicación no
intencionales con medicamentos son los niños de entre 0 y 4 años, donde las
consultas en Mendoza superan el 42 por ciento de los casos", señaló Sergio
Saracco, titular del Servicio de Toxicología del Ministerio de Salud. El ex
ministro de la cartera que hoy lidera Carlos Díaz Russo agregó que, de un total
de 2 mil consultas anuales que recibe el Centro de Información y Asesoramiento
Toxicológico de Mendoza, la mayoría se relaciona con el uso indebido de
medicamentos y gran parte de los afectados son niños menores de 4 años.
"La intoxicación por medicamentos es muy frecuente y
grave. Los chicos tienen acceso a la medicación de los padres, de los abuelos u
otros familiares. Por este motivo, no hay que perder el control sobre ese tema,
que se complica cuando el chico supera la dosis máxima. Esto puede traer
problemas agudos", explicó Roberto Basilio, director de Prevención y
Promoción de Atención Primaria de la provincia.
Ante la facilidad que tienen muchos niños de acceder a la
medicación de sus familiares, los especialistas enfatizaron en mantenerlos
fuera del alcance de los más pequeños dado que muchos guardan sus remedios en
los cajones de las mesitas de luz o en la heladera, un ambiente frío y húmedo,
cuando el envase indica que sea resguardado en un lugar fresco y seco. Los
niños consumirán las medicaciones que tomen sus padres y que esta realidad
señala que, actualmente, los más utilizados son los tranquilizantes como el
clonazepam.
"Si bien estos tienen un margen de seguridad, los
chicos experimentan un cuadro paradojal. Es decir, un trastorno de equilibrio o excitación, que como principal
complicación puede traer aparejado un traumatismo en el cráneo por una
caída", expuso Saracco.
Pero si bien los medicamentos son la principal causa de
intoxicación en los menores, la ingesta de productos del hogar representa 13,9
por ciento de las consultas. En tercer lugar se ubican los casos por consumo de
productos químicos de uso industrial, como diluyentes o nafta, que ocupan 13,3
por ciento. La lista continúa y se pueden enumerar otras causas por
intoxicación como comidas y bebidas, productos de entretenimiento,
contaminantes, cosméticos y de aseo personal, entre otros.
Basilio, también médico de Familia, declaró que el uso
reiterado de antiinflamatorios es riesgoso porque es gastro-lesivo, dañino,
elimina una barrera de protección que tiene el estómago y eso, en el tiempo,
produce una gastritis crónica o una úlcera gástrica. "También pueden ser
medicamentos como buscapina, ibuprofeno. No es lo mismo tomarla uno o dos días
que pasar 15 días tomándolo", argumentó.
A su vez, el profesional sostuvo que el paracetamol en dosis
tóxicas puede producir alguna lesión hepática por eso siempre la recomendación
es controlar los síntomas y recurrir al médico. "También tenemos una
importante lucha con las publicidades de ciertos medicamentos. Por ejemplo, la
aspirineta está indicada para pacientes que tienen alto riesgo de desarrollar
alguna enfermedad cardiovascular, no es para todos. Generalmente son personas
mayores de 40 años, sedentarios, tabaquistas, obesos y con colesterol alto. Sin
embargo, el dato que señala que son solamente para pacientes de riesgo pasa
desapercibido y esto no es menor", agregó Basilio, también médico de
Familia.
En la misma línea, Saracco sumó que, cuando los papás están
por darle la medicación a los más chicos no deben decirle que se trata de una
golosina o que es rico. Sino que deben explicarle que se trata de una
medicación que los va a ayudar a que sanen y así ayudarlos a comprender que es
un tema serio.
Ambos especialistas deslizaron otras recomendaciones para
que los papás tengan en cuenta en relación a sus medicamentos. Algunas de estas
sugerencias indican controlar la medicación de las personas mayores sobre todo
cuando hay dificultades visuales o trastornos de la memoria y del estado
psíquico, educar a los niños sobre el peligro de tomar o llevar sustancias
desconocidas a la boca o recibirlos de mano de desconocidos.
"Se debe evitar tomar medicación en presencia de los
niños porque esto favorece conductas de imitación y que siempre recurran a un
profesional especializado ante uno de estos casos", concluyó Saracco.
Fuente: Mirada Profesional Farmacéutica
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